El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa crónica que afecta principalmente el sistema motor, causando temblores, rigidez muscular y dificultades en la coordinación motora. Aunque actualmente no existe un tratamiento para curar este padecimiento, sí existen tratamientos que ayudan a aliviar los síntomas. Conoce cuáles son estas opciones en el Día Mundial del Parkinson, que conmemoramos cada 11 abril. 

La enfermedad de Parkinson se caracteriza por la degeneración progresiva de las células nerviosas en una región del cerebro que controla el movimiento, conocida como la sustancia negra. Los pacientes con Parkinson tienen bajos niveles de dopamina en el cerebro, sin embargo la dopamina no se puede administrar directamente porque no puede entrar en el cerebro. 

Por esta razón, los medicamentos dopaminérgicos son la base del tratamiento farmacológico. Estos medicamentos ayudan a compensar la deficiencia de dopamina en el cerebro, mejorando los síntomas motores como la rigidez y la lentitud de movimientos.

Si bien el tratamiento para el Parkinson se centra en aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente, a medida que la enfermedad progresa, es posible que los medicamentos no sean tan efectivos y que los efectos secundarios se vuelvan más pronunciados. En estos casos, los especialistas consideran otras opciones de tratamiento, como la terapia de estimulación cerebral profunda (ECP). 

La ECP es una terapia en la que se implantan electrodos en áreas específicas del cerebro, los cuales están conectados a un generador implantado en el tórax. El generador envía impulsos eléctricos al cerebro, lo que ayuda a modular la actividad neuronal anormal, es decir, a controlar el movimiento.

Además de la terapia farmacológica y quirúrgica, la fisioterapia y la terapia ocupacional desempeñan un papel crucial en el manejo del Parkinson. Estas terapias se centran en mejorar la movilidad, la fuerza muscular y la coordinación; así como en desarrollar estrategias para realizar actividades cotidianas con mayor facilidad.

Es importante destacar que el Parkinson es una enfermedad progresiva, lo que significa que los síntomas tienden a empeorar con el tiempo. Sin embargo, con un tratamiento adecuado y un manejo integral, muchos pacientes pueden mantener una buena calidad de vida durante muchos años después del diagnóstico.

Aunque todavía no se conoce la causa del Parkinson, se cree que la combinación de factores genéticos y ambientales desempeñan un papel en su desarrollo. No obstante, la edad avanzada es el factor de riesgo más significativo, pues la mayoría de los casos diagnosticados son en personas mayores de 60 años. 

En resumen, el Parkinson es una enfermedad compleja que afecta la calidad de vida los pacientes, pero con tratamientos que ayudan a mejorar los síntomas. Por ello, es importante estar informado en una fuente confiable como Pacientes Como Yo. Visita nuestra página y conoce más acerca de esta enfermedad y sus tratamientos.

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