Si alguna vez te has querido dejar crecer el bigote o la barba, noviembre es la oportunidad para hacerlo; además de estar ayudando a crear conciencia respecto a los problemas de salud que afectan a los hombres. Si no has escuchado del No-Shave November, pues es eso; una iniciativa que surgió con el objetivo de fomentar la reflexión acerca de enfermedades como el cáncer de próstata, a través de una sencilla acción: no rasurarse.

No-Shave November busca abrazar el vello facial y el cabello en honor a los miles de pacientes que lo pierden debido al cáncer. Así, el propósito es donar el dinero ahorrado durante este mes en barberías, rastrillos y demás instrumentos de rasurado, a instituciones que apoyen la lucha contra el cáncer de próstata.

La próstata es una glándula que solo tienen los hombres y que produce parte del líquido que conforma el semen. El cáncer de próstata se origina cuando las células de la próstata comienzan a crecer fuera de control. Según la Secretaría de Salud del Gobierno de México, cada año se detectan más de 25 mil nuevos casos de cáncer de próstata en nuestro país, y más de siete mil 500 pierden la vida por esta causa.

El tamaño de la próstata cambia conforme la edad de los hombres, en los más jóvenes es del tamaño aproximado de una nuez. Sin embargo, puede ser mucho más grande en hombres mayores. El crecimiento de la próstata también es conocido como hiperplasia prostática benigna (HPB), y a pesar de ser “benigna”, es decir que no es canceroso, sí puede causar muchas molestias, entre las que destacan: dificultad para orinar, necesidad de orinar urgentemente, flujo de orina débil, goteo después de orinar y sensación de que la vejiga no se vacía por completo.

En este sentido, la gravedad de los síntomas no está determinada por el tamaño de la próstata. Algunas personas con próstatas ligeramente agrandadas pueden presentar síntomas importantes, mientras que otras con próstatas muy agrandadas no tienen ningún síntoma. Aunque no está claro qué causa el crecimiento de próstata, puede deberse a cambios en el equilibrio de las hormonas sexuales a medida que los hombres envejecen.

Es importante mencionar que el agrandamiento de próstata no aumenta el riesgo de cáncer de próstata. Sin embargo, ambas afecciones comparten algunos factores de riesgo en común, como tener un pariente consanguíneo con problemas de próstata, padecer enfermedades cardíacas, diabetes y obesidad. Mientras el crecimiento de la próstata es común en hombres mayores de 40 años, después de los 50 se es más propenso a padecer cáncer de próstata. Respecto a este último, existen otros factores de los cuales no está clara su relación con la formación del tumor, como la mala alimentación, el tabaquismo o ser afrodescendiente. No obstante, alimentarse bien, ejercitarse y evitar el tabaco influye positivamente en la salud en general. 

De acuerdo con el Instituto Nacional de Cancerología (INCan), uno de cada seis mexicanos está en riesgo de padecer cáncer de próstata, por lo que es indispensable que a partir de los 40 años se acuda a revisiones médicas anuales con un urólogo, sobre todo si se tienen factores de riesgo.

Para un correcto diagnóstico, el médico debe realizar una exploración clínica de próstata mediante tacto rectal, y posteriormente solicitar un estudio de Antígeno Prostático Específico, una prueba de laboratorio que se realiza con una muestra de sangre. Es importante saber que el cáncer de próstata es uno de los más comunes del mundo, pero si se detecta de manera temprana, cuando aún está limitado a la glándula prostática, tiene más probabilidades de tener un tratamiento exitoso.

Existen muchas maneras de tratar el cáncer de próstata, entre las que destacan: observación, vigilancia activa, cirugía, radioterapia, terapia hormonal y quimioterapia. Sin embargo, el tratamiento dependerá de cada paciente, su edad, etapa y grado de cáncer.

Así que en este mes no te rasures y apoya una buena causa. Si quieres más información sobre otros padecimientos y tratamientos, visita Pacientes Como Yo.

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