Este día hablaremos de un tema característico en la mayoría de las enfermedades y que afecta a millones de personas en todo el mundo: el dolor. En el marco del Día Mundial contra el Dolor, que celebramos este 17 de octubre, queremos reflexionar sobre la compresión a esta condición y la búsqueda de soluciones efectivas para aliviar las molestias.
El dolor, en sus diversas formas y grados, es una experiencia humana compartida. Desde el dolor físico hasta el dolor emocional, puede tener un impacto profundo en nuestras vidas en general. Ya sea una dolencia aguda o un dolor crónico, es esencial buscar atención médica para obtener alivio. En este sentido, el dolor se considera crónico cuando dura más de tres meses y perturba o interfiere en las actividades cotidianas.
Es importante saber que la medicina moderna ofrece una variedad de enfoques para quienes viven con dolor crónico, que van desde terapias físicas hasta opciones farmacológicas y tratamientos alternativos. Sin embargo, así como el dolor es único en cada persona, de igual manera lo debe ser el tratamiento.
Hoy queremos enfocarnos en una de las novedades de la medicina que está cambiando la vida de las personas que diariamente luchan contra el dolor crónico, estamos hablando de la estimulación de médula espinal (EME). Este enfoque terapéutico ofrece una alternativa en la búsqueda del alivio del dolor, especialmente para aquellos cuyas vidas están afectadas por dolores persistentes y debilitantes.
La estimulación de médula espinal es un procedimiento en el que se implanta un dispositivo médico, conocido como neuroestimulador, cerca de la médula espinal. Este dispositivo emite impulsos eléctricos suaves que interfieren con las señales de dolor que se transmiten al cerebro. El objetivo es proporcionar alivio al dolor crónico, permitiendo que las personas recuperen un mayor grado de normalidad en sus vidas.
Este procedimiento se utiliza principalmente en casos de dolor crónico que no han respondido adecuadamente a otras formas de tratamiento, como medicamentos o terapias físicas. Es especialmente útil en situaciones en las que el dolor proviene de enfermedades como: neuropatía diabética, síndrome de dolor regional complejo, síndrome de cirugía lumbar fallida, neuropatía periférica, dolor abdominal crónico, entre otros.
La terapia EME ofrece diferentes beneficios, principalmente en la disminución del dolor, ya que muchas personas experimentan una mejora notable en su calidad de vida después de someterse a dicho tratamiento. Una de sus ventajas es que reemplaza las señales de dolor con una sensación relajante de hormigueo o sin ninguna sensación. Además, el equipo permite personalizar el control de dicha sensación conforme al dolor.
De igual manera, la estimulación de médula espinal permite reducir la cantidad de medicamentos analgésicos que consumen diariamente. Y brinda la capacidad para sentarse, caminar y pararse en periodos más prolongados. Pero lo mejor de todo es que es un procedimiento ambulatorio, es decir que no se tiene que pasar la noche en el hospital, pues en un día se realiza.
Para saber si una persona es candidata a este procedimiento, debe cumplir con ciertos criterios clínicos. Además, se suele hacer una prueba de manera temporal que dura entre 3 y 7 días para saber si será efectiva en el paciente. Si la terapia reduce al menos el 50% del dolor, se considera efectiva y se puede implantar el dispositivo definitivo. Si te interesa esta terapia, recuerda visitar a un especialista para conocer si eres candidato a ella.
Si deseas más información, visita Pacientes Como Yo, donde además podrás encontrar información sobre otros padecimientos, entrevistas con médicos y pacientes que como tú, han tratado con las enfermedades.
Referencias:
Sociedad Americana de Cáncer (2019) https://goo.su/fChC
MedlinePlus (2020) https://goo.su/ztH97
Manual MSD (2022) https://goo.su/U3vM3
Boston Scientific (2012) https://goo.su/JCtM45
