Este 15 de febrero conmemoramos el Día Mundial del Colangiocarcinoma o cáncer de las vías biliares, un tipo de cáncer que se forma en los conductos biliares, por lo que queremos aprovechar esta oportunidad para hablarte de los diferentes tratamientos que existen para esta enfermedad, así que continúa leyendo y conócelos.

Antes, debemos entender la función que cumplen los conductos biliares en nuestro cuerpo: transportar la bilis, un líquido producido por el hígado hacia la vesícula biliar. Este líquido llega al intestino delgado y ayuda a digerir las grasas.

El colangiocarcinoma aparece cuando se producen cambios en el ADN de las células en los conductos biliares, estos cambios hacen que las células se multipliquen sin control y formen un tumor que puede invadir y destruir el tejido sano. Esta enfermedad puede desarrollarse a cualquier edad pero es más común en personas mayores de 50 años.

Este tipo de cáncer se divide en diferentes tipos dependiendo de dónde se produce: intrahepático, es decir en los conductos biliares dentro del hígado; hiliar, en los conductos biliares justo fuera del hígado; y distal, en la parte de los conductos más cercanos al intestino delgado.

¿Y quién está en riesgo de padecer esta enfermedad? Las personas con enfermedad hepática crónica, algún parásito en el hígado, el hábito de fumar, diabetes, problemas en los conductos biliares y algunas afecciones hereditarias como el síndrome de Lynch y la fibrosis quística.

El colangiocarcinoma suele detectarse en etapas avanzadas, lo que hace más difícil su tratamiento. Sin embargo, algunos síntomas pueden indicar su aparición, por ejemplo: ictericia o color amarillento en la piel y ojos, picazón intensa, heces de color blanco, orina oscura, dolor abdominal justo debajo de las costillas, pérdida de peso de manera no intencional, fiebre, fatiga y sudor nocturno.

Si tienes alguno de estos síntomas, es probable que el médico te envíe con un especialista en enfermedades digestivas. El gastroenterólogo te realizará las pruebas que considere necesarias para diagnosticar la enfermedad. En la imagen de abajo te decimos cuáles son las pruebas más comunes para detectar el colangiocarcinoma.

Recuerda que el colangiocarcinoma es uno de los cánceres más difíciles de tratar, por ello la importancia de la prevención y la detección temprana. No olvides que el ejercicio y la buena alimentación son una forma de prevenir enfermedades.  En Pacientes Como Yo encontrarás información de diferentes padecimientos así como recomendaciones para llevar un estilo de vida saludable.

La bilis es un líquido que produce el hígado y se almacena en la vesícula biliar, que ayuda a la digestión, y también ayuda a descomponer las grasas en ácidos grasos. La bilis se compone principalmente de colesterol, sales biliares, bilirrubina, agua, sales corporales y cobre y otros metales unidos a proteínas.
Es una masa anormal de tejido que se forma debido a células que se multiplican sin control o no se mueren cuando deberían. Los tumores pueden ser benignos y crecer mucho pero no invadir otros tejidos ni órganos cercanos; y malignos, es decir cancerosos e invadir otras partes del cuerpo viajando a través de la sangre o el sistema linfático. El tratamiento para los tumores depende de si son benignos o malignos y de qué tan avanzado esté, pero solo un médico puede recomendar el tratamiento apropiado para cada caso en particular.
Es la acumulación de moco espeso y pegajoso en los pulmones, el tubo digestivo y otras partes del cuerpo. Esta afección, que es hereditaria, ocasiona enfermedades pulmonares potencialmente mortales y graves problemas digestivos principalmente en niños y adultos jóvenes. Los síntomas pueden ser de diferentes tipos, que pueden afectar a los recién nacidos causando retraso en el crecimiento; afectar la función intestinal con dolor abdominal a causa de estreñimiento grave, aumento de gases, pérdida de peso; afectar a los pulmones a través de tos, fatiga congestión nasal, dolor e incluso afectar a posteriormente con infertilidad en hombres, inflamación del páncreas y dedos malformados.
Es una condición en la que la piel y la parte blanca de los ojos se ponen en una coloración amarillenta debido a un exceso de bilirrubina. La bilirrubina es una sustancia química de color amarillo presente en la hemoglobina, que transporta oxígeno en los glóbulos rojos. Los glóbulos rojos duran alrededor de 120 días, y los glóbulos degradados se procesan en el hígado. Cuando el hígado no puede procesar correctamente los glóbulos rojos degradados, se acumula bilirrubina y la piel puede verse amarilla.
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