Durante los últimos años hemos entendido lo importante que es cuidar nuestra salud, y que ante cualquier malestar debemos acudir al médico. El problema es que a veces hay dolores tan específicos que no sabemos con qué especialista acudir. Por ejemplo, si al reír o al estornudar se nos escapa un poco de orina, ¿con quién debemos ir? O peor aún, orinar con sangre, ¿qué médico atiende estos problemas?
Los problemas con la orina los atiende el especialista en urología. Esta rama de la medicina se encarga además, de los riñones, las vías urinarias y las disfunciones de los órganos del sistema genital masculino, como la próstata, el escroto, los testículos, el pene y la uretra, entre otros. En este sentido, un urólogo es el médico que se especializa en atender las afecciones de cualquier órgano del sistema urinario.
Existen tres razones principales para agendar una cita con el urólogo. La primera, por simple prevención, ya que una revisión médica constante, puede advertirte sobre enfermedades urinarias. La segunda, para diagnosticar oportunamente afecciones y patologías adyacentes al sistema renal. Y por último, la más recurrente, para tratar enfermedades ya detectadas. Cualquiera de estas razones tiene la intención de comprobar la correcta funcionalidad del aparato urinario, así como mejorar la calidad de vida.
En caso de que se detecte alguna enfermedad, el médico evalúa el caso y recomienda un tratamiento conveniente, sin embargo, no todos los procedimientos son quirúrgicos, es decir que si el caso no es grave, medicamento recetado podría solucionar el problema.
Respecto a la prevención, un examen médico urológico a tiempo puede advertir sobre afecciones y patologías relacionadas con el sistema renal y el sistema genital masculino, como la hiperplasia prostática benigna, que, en pocas palabras, es cuando el tamaño de la próstata incrementa considerablemente.
En este aspecto, aunque los hombres no presenten ningún síntoma relacionado con la hiperplasia prostática, es recomendable que acudan a una revisión anual a partir de los 45 años, ya que debido al proceso natural de envejecimiento, es más probable que se presenten riesgos de este tipo de enfermedades, más si existe algún antecedente familiar con cáncer de próstata.
Asimismo, existen algunos síntomas o dolencias que son causa de consulta inmediata, tales como la eyaculación precoz, ardor al orinar, o el sangrado en la orina. Del mismo modo, hay otras enfermedades en las que el urólogo puede ayudar, como quistes o cálculos renales, incontinencia urinaria, cáncer de riñón, vejiga o próstata, y disfunción eréctil, por mencionar algunos.
En este sentido hay que entender dos cosas; la primera es que ante cualquier dolor extraño, lo inmediato que se debe hacer es buscar en una fuente confiable, como Pacientes como yo, cuál es el problema. Y la segunda y más importante, agendar una cita médica con un especialista, ya que es el único capacitado para dar un diagnóstico y tratamiento correcto. Recuerda que todos los pacientes somos diferentes, y los tratamientos son personales ya que cada historial clínico es totalmente distinto.