Durante los últimos años he entendido lo importante que es cuidar mi salud, y es por eso que ahora cuando tengo algún malestar sé que no es bueno esperar a que se me pase, y que debo acudir al médico. El problema es que a veces hay dolores tan específicos que no sé ni con qué especialista acudir. Alguna vez me pasó que al reírme o al estornudar se me escapaba la orina, pero orinar con sangre fue la gota que derramó el vaso. ¿Qué médico atiende este tipo de problemas? ¿Debía alarmarme? ¿Era una enfermedad o un síntoma de algo más grave?
Partiendo de la idea de que claramente era un problema con la orina, busqué en internet qué médico atendía esto y encontré en Pacientes como yo la palabra urólogo. Fue ahí cuando recordé que ya había escuchado de personas con la necesidad de ir con este especialista, pero en realidad yo no sabía en todo lo que me podía ayudar. Así que seguí investigando sobre esta especialidad y la relación que tenía con mi problema de orina.
Una vez que entendí todo más claramente, ahí mismo, en Pacientes como yo me ayudaron a agendar mi cita médica con un especialista en urología. Después de ir al médico, comprendí que esta rama de la medicina tenía que ver con más cosas que solo la orina, como los riñones, las vías urinarias y las disfunciones de los órganos del sistema genital masculino, como lo son la próstata, el escroto, los testículos, el pene, la uretra y la vía seminal, entre otros.
El médico también me dijo que aunque el objetivo de la urología es prevenir, diagnosticar y tratar enfermedades renales que nos afectan a hombres y mujeres de cualquier edad, existen algunos síntomas o dolencias que son causa de consulta inmediata, tales como la eyaculación precoz, ardor al orinar, o el sangrado en la orina, como era mi caso, solo por mencionar algunas.
En el caso de la prevención de enfermedades, el médico hizo mucho hincapié en que un examen médico urológico constante y a tiempo podría advertirme sobre enfermedades urinarias, afecciones y patologías relacionadas con el sistema renal y el sistema genital masculino, como lo es la hiperplasia prostática venosa, que, en pocas palabras, es cuando el tamaño de la próstata incrementa considerablemente.
En el caso de la hiperplasia prostática, el médico mencionó que aunque los hombres no presenten ningún síntoma relacionado con este padecimiento, deben acudir a una revisión anual a partir de los 45 años, ya que debido al proceso natural de envejecimiento, es más probable que se presenten riesgos de este tipo de enfermedades, más si existe algún antecedente familiar con cáncer de próstata.
Por todo esto, debo decir que asistir al urólogo fue la mejor elección que pude hacer, ya que, al evaluar mi caso, no solo me tranquilizó en cuanto a qué era lo que en realidad me estaba pasando, sino también que me pudo recomendar el tratamiento más conveniente para mi padecimiento.
Hoy, después de esta experiencia, entendí dos cosas. La primera es que la próxima vez que me duela algo o sienta que algo no anda bien con mi salud, lo inmediato que debo hacer es buscar en una fuente confiable, como Pacientes como yo, cuál es problema. Y la segunda, que es muy importante agendar mi cita médica con un especialista, ya que es él el único que podrá darme un diagnóstico y tratamiento correcto.
Por último, me gustaría recalcar que todos los pacientes somos diferentes, y que el tratamiento que me mandaron a mí, puede que no le funcione a otra persona, porque nuestro historial clínico es totalmente distinto, por eso es muy posible que lo que le haya funcionado a tu amigo, no te ayude a ti.
Rodrigo Alfaro, 56 años, CDMX.