La trombosis venosa profunda se produce principalmente por la falta de movimiento, ya que la sangre no circula y forma coágulos de sangre llamados trombos, que obstruyen vasos sanguíneos, generalmente en venas profundas de las piernas. 

Comúnmente este tipo de trombos no producen síntomas y se requiere de una ecografía para detectarlos, pero las personas con trombosis venosa han mostrado algunos signos en sus piernas, como hinchazón, dolor, enrojecimiento y calor.

Esta afección se considera peligrosa, ya que el coágulo de sangre puede desprenderse del lugar donde se formó y viajar a los pulmones, causando una embolia pulmonar, enfermedad potencialmente mortal.

 El principal tratamiento para la trombosis venosa consiste en tomar medicamentos anticoagulantes, que no deshacen los coágulos existentes, pero sí evitan la formación de nuevos. El problema con estos fármacos es que muchas personas no los toleran debido al alto rigor disciplinario sobre su ingesta, además de los efectos secundarios que causan, como hemorragias.

 Los principales factores que aumentan el riesgo de trombosis venosa son: inmovilización por hospitalización o fractura en las piernas; viajes largos de más de 6 horas; el embarazo; tabaquismo; enfermedades del corazón, entre otras. Aun con ello, existen cambios y ejercicios que pueden ayudar a evitar la formación de trombos.

 Por ejemplo, durante viajes largos en auto o avión, ejercita la parte inferior de las piernas, sube y baja los talones mientras mantienes los dedos del pie en el piso; luego sube los dedos mientras mantienes los talones abajo, esto ayudará a la circulación. Pero es importante que comiences a moverte tan pronto como te sea posible.

 Comprimir o apretar las piernas también ayuda a mantener la sangre en movimiento, y se puede realizar con ayuda de algún dispositivo de compresión, pero el nivel de presión debe dictarlo un médico. Otro cambio de gran ayuda es evitar el cigarro, pues interfiere en la coagulación y el flujo sanguíneo.

 Y desde luego, el ejercicio, pues hacer trabajar a los músculos de las piernas ayuda a que la sangre se mueva por las venas. Pregunta a un experto sobre actividades que se adapten a tu condición física.

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