¿Has escuchado de la bilis? Es un líquido producido por el hígado que se almacena en la vesícula biliar y se libera en el intestino cuando comemos, lo que ayuda a digerir las grasas. Entonces, ¿si tengo piedras en la vesícula, es necesario que me la extirpen? Aquí te contamos. 

La vesícula biliar es un órgano que afortunadamente no es imprescindible para la vida, ya que la bilis tiene otras formas para llegar desde el hígado hasta el intestino. Si presentas algún problema que obstruye el flujo de bilis, como suele ocurrir con los cálculos en la vesícula, es probable que un especialista recomiende extirparla.

La intervención quirúrgica para extirpar la vesícula es una de las más comunes, ya que el organismo se adapta rápidamente a su ausencia pues no es necesaria para una digestión saludable. Sin embargo existen otros procedimientos no quirúrgicos y menos invasivos que pueden eliminar los cálculos biliares sin necesidad de extirpar la vesícula. 

En esta oportunidad nos centraremos en el procedimiento llamado Colangiopancreatografía endoscópica retrógrada (CPRE), pero no te asustes por el nombre, pues cada año se realizan más de un millón en todo el mundo, y los médicos lo usan para tratar y diagnosticar problemas en los conductos biliares y pancreáticos.

Esta técnica lleva más de cincuenta años en el sector médico y es sumamente útil debido a que combina la endoscopia, es decir, el uso de una cámara flexible de fibra óptica para observar el interior del sistema digestivo, con radiografías.

Este procedimiento busca áreas estrechas u obstrucciones para desbloquearlas y de igual forma, romper o extraer cálculos. En ocasiones liberar la obstrucción que hay en los conductos es suficiente para brindar alivio, en otras se tiene que extirpar la vesícula.

Durante la CPRE, el médico introduce el endoscopio a través de la boca hasta llegar a la primera parte del intestino delgado, para visualizar la abertura de los conductos del hígado y páncreas, e inyectar material de contraste para hacerlos visibles en la máquina de rayos X. Si las imágenes muestran alguna piedra, el especialista puede extraerla con el endoscopio, y si muestran algún estrechamiento, podrá desbloquearlo.

Después del procedimiento se debe permanecer entre una y dos horas en el hospital para que el sedante utilizado se pueda disipar, es decir que el paciente podrá regresar a casa el mismo día. En casos excepcionales se recomienda pasar la noche en el hospital.

Y, ¿qué se siente después de este proceso? Algunos de los efectos que pueden sentirse son: aturdimiento, distensión abdominal o náuseas por un corto tiempo, y dolor de garganta por uno o dos días. Más adelante, usualmente se programa una cita para revisar la evolución que el paciente tuvo después de la CPRE.

Como puedes ver, este procedimiento es una técnica plenamente desarrollada que se recomienda para los problemas de obstrucción en los conductos biliares y pancreáticos, y que puede evitar la extirpación de la vesícula, sin embargo, si el problema se encuentra cien por ciento en la vesícula, lo ideal será extraerla.

Si presentas dolor en la parte superior del abdomen, vómito o náuseas o color amarillento en la piel es posible que tengas infección en las vías biliares, y que sea momento de ir al especialista. En Pacientes como yo te ayudamos a agendar una cita.

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